domingo, 2 de septiembre de 2012


Llega un momento en la vida, que aflojas... y cuando lo haces, te das cuenta que ya nada es igual, que lo que un día unió el destino, al tiempo, lo separó, que poco a poco ves a la otra persona más pequeña, hasta que te das cuenta, que al final del camino, ya no esta ella... No hay nada, llegas al final, y sientes ese maldito vacío que poco a poco te ahoga, que no te deja respirar... No hay vueltas atrás, lo sientes, duele, te rompe en mil pedazos por dentro, y en ese momento recuerdas cuando empezó todo, pero ves que nada será igual, que por mucho que lo intentes, se fue...

Te paras, miras la vida de frente, y aunque jamás vuelvas a tener esa sensación, sigues, cueste lo que cueste, sigues levantándote cada mañana, con la esperanza de que algún día, te despiertes y él, vuelva a estar a tu lado, vuelva a decirte “Buenos días princesa” y que todo lo malo que un día llego, se marche, y regrese el sol, los días de calor, los nervios por verle, y todos esos sueños que se quedaron estancados… 
Y volver a tener esa sensación de estar "A tres metro sobre tu cielo"

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