Llega un
momento en la vida, que aflojas... y cuando lo haces, te das cuenta que ya nada
es igual, que lo que un día unió el destino, al tiempo, lo separó, que poco a
poco ves a la otra persona más pequeña, hasta que te das cuenta, que al final
del camino, ya no esta ella... No hay nada, llegas al final, y sientes ese
maldito vacío que poco a poco te ahoga, que no te deja respirar... No hay
vueltas atrás, lo sientes, duele, te rompe en mil pedazos por dentro, y en ese
momento recuerdas cuando empezó todo, pero ves que nada será igual, que por
mucho que lo intentes, se fue...
Te paras,
miras la vida de frente, y aunque jamás vuelvas a tener esa sensación, sigues,
cueste lo que cueste, sigues levantándote cada mañana, con la esperanza de que
algún día, te despiertes y él, vuelva a estar a tu lado, vuelva a decirte
“Buenos días princesa” y que todo lo malo que un día llego, se marche, y
regrese el sol, los días de calor, los nervios por verle, y todos esos sueños
que se quedaron estancados…
Y volver a tener esa sensación de estar "A
tres metro sobre tu cielo"